Un clásico de las manualidades muy divertido de hacer y con un resultado muy vistoso es el frasco de sal de colores.

Para ello necesitamos:

  • Un frasco de cristal con tapa de corcho (como tapa puede usarse también un trapo y una goma elástica)
  • Sal fina o sal gorda (es mejor probar para elegir la que más te guste)
  • Tizas de colores
  • Hojas de papel, papel de periódico o cartulina
  • Papel de lija (opcional)

 Para ir coloreando la sal podemos usar dos métodos:

  1. Rayar la tiza con el papel de lija y después mezclarla con la sal hasta el coja el color que queremos
  2. Volcar sal en el papel y con la tiza que queramos empezar a frotar sobre la sal hasta colorearla (con cuidado porque se nos puede salir del papel)

Vamos creando montañitas de sal coloreada (la cantidad que queramos y los colores que nos apetezca) o guardándola en botecitos, y posteriormente la vamos echando en el bote (podemos hacer un embudo con cartulina para ayudarnos). Podemos hacer capas de colores moviendo el frasco para que queden distintas formas o echar cantidades diferentes de sal para darle diferente colorido.

Finalmente, tapamos con el corcho o con el trapo y la goma elástica.

Ya tenemos un frasco decorativo para la habitación, el salón o para hacer un regalo.

 

 

Con sal coloreada también podemos decorar un cuadro o un dibujo hecho por nosotros utilizando pegamento para pegar la sal (según su color) en las diferentes zonas del dibujo. Podemos verlo en el siguiente video:

 

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